El proceso para crear una estrategia de cartera efectiva es bastante largo. Requiere una recopilación de datos extensa, así como una gran cantidad de análisis y técnicas específicas para utilizar esos datos de manera adecuada.
En el transcurso de los artículos anteriores, estudiamos los primeros cinco pasos de la propuesta de Strategy, un proceso de innovación basado en los principios de la metodología Jobs to be Done: ODI (Outcome Driven Innovation).
Mientras que en el paso anterior se abordó el tema de cómo alinear los productos ya existentes con las oportunidades del mercado, en este paso nos enfocaremos en los productos nuevos.
En este último capítulo de la serie de blogs Jobs to be Done, presentamos algunas de las técnicas recomendadas por Strategyn para diseñar y conceptualizar nuevos productos mediante una estrategia exitosa.
Reciclar siempre es una buena idea, y puede ser posible también en el mundo de los negocios. Si alguno de los productos ya existentes posee características destacables que pueden atender resultados no satisfechos, incorporarlos a un nuevo producto puede ser bastante provechoso.
Además, cuando tenemos un panorama despejado, conociendo cuáles son las necesidades desatendidas de cada segmento del mercado, encontrar características para reutilizar es tarea fácil.
La recomendación es organizar esta información a través de una “hoja de trabajo de inventario de soluciones”. En ella se pueden ingresar las necesidades insatisfechas junto a las ofertas existentes.
Descubrir necesidades insatisfechas también puede ser útil para poner en orden nuestras prioridades y conceptualizar nuevos productos que se adapten a nuestros clientes. Por ejemplo, si los resultados de las encuestas arrojan que hay una necesidad desatendida muy recurrente, y a un grado de insatisfacción bastante alto, lo más prudente es aumentar la inversión en la oferta que pueda servir como solución.
A veces sucede que ya la solución está ideada, pero no se le da la debida importancia para lanzarla al mercado lo antes posible.
Es posible que los resultados insatisfechos estén fuera del alcance de la compañía, por lo menos por los momentos. Por lo tanto, otra forma de conceptualizar nuevos productos es asociarse con una empresa que pueda complementar nuestra oferta es una buena idea para poder ofrecer una solución integral.
Este escenario es bastante común en las empresas que venden hardware, quienes a veces requieren asociarse a una compañía de software para complementar su oferta. También es posible que tus productos tengan una demanda tan alta que sea imposible darse abasto por sí solos.
En cualquiera de los casos, la lista precisa de los resultados desatendidos será nuestro mejor aliado. Con esto, podemos elegir mejor a los posibles socios comerciales y podremos hacer una propuesta más atractiva.
En el mismo orden de ideas del punto anterior, también es una posibilidad adquirir una empresa pequeña que posea ya desarrollado un producto o servicio que pueda complementar nuestra oferta.
Cuando se está ideando una nueva oferta, puede resultar difícil elegir las características que se deberían incorporar, especialmente porque normalmente hay cientos de opciones.
Con el sistema ODI, la complejidad de este proceso se reduce, ya que al conocer cuáles son los resultados que se deben atender con prioridad, es más fácil determinar qué características son las adecuadas, logrando así administrar mejor los recursos.
Muchas empresas se niegan a ofrecer servicios adicionales o post-venta pensando que su oferta es suficiente por sí sola. Sin embargo, no siempre es el caso.
Puede resultar que las necesidades no atendidas se encuentran en lo que sucede luego de que el cliente hace la compra del producto, o que haya resultados desatendidos en otros ámbitos que estén estrechamente relacionados con el servicio que ofreces.
Debido a esto, es posible que ampliar la oferta sea la clave para encontrar el éxito.
En el caso ideal, tu empresa debería ser capaz de ofrecer una oferta integral en una sola plataforma. Es decir, que cuente con todo el sistema: hardware, software y servicios auxiliares. Es de suma importancia utilizar una estrategia que considere todos estos factores a la hora de conceptualizar nuevos productos.
Evidentemente, esto es una garantía de satisfacción para el cliente. Pero, además, tiene grandes beneficios para la compañía. Permite tomar la delantera de la competencia, así como forjar una estrategia más