En nuestros artículos anteriores hemos hablado sobre la definición e implementación de los OKRs como un modelo moderno para ejecutar la estrategia de la empresa, sin embargo, no hemos definido qué específicamente debe ser incorporado en el diseño de estos objetivos y resultados clave y qué debe ser dejado fuera como parte de la ejecución del día a día.
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BAU es la sigla de Business as Usual, en español “Negocios como siempre o la operación del día a día”. Son todas las actividades y acciones que tenemos que hacer para mantener nuestro negocio operando con normalidad.
Cuando la empresa encuentra un modelo de negocio que funciona, lo sigue ejecutando y mejorando incrementalmente a lo largo de los años. La organización opera con los mismos métodos y soluciona numerosos problemas con herramientas y prácticas conocidas. Se aplican de forma exacta y las variaciones son realmente escasas.
Por otra parte, para que una empresa pueda desarrollarse, crecer y sostenerse en el largo plazo, requiere una estrategia y un plan para lograrlo. Es acá donde entran los OKRs.
Los OKRs se definen como “Objetivos y resultados clave” de una organización. Se trata de una metodología que busca definir objetivos precisos con un foco claro en los resultados clave que evidencia su logro.
Estos objetivos son ambiciosos y establecen los pasos específicos que se necesitan dar para lograrlos. En consecuencia, focaliza los esfuerzos, aumentando el rendimiento y los resultados de una empresa. Para conocer más detalles de cómo utilizar la metodología OKR, te invitamos a revisar nuestra última publicación.
El tiempo es el recurso más valioso, y a la vez más escaso, en todo tipo de organización. El dinero se recupera, pero no es posible reinvertir el tiempo perdido. Por este motivo, es cada vez más importante administrar el tiempo correctamente, sin importar el tipo de negocio.
Las expectativas poco objetivas y la desorganización influyen directamente en las pérdidas. Como resultado, en diversas ocasiones se generan experiencias frustrantes.
La clave para tener éxito en todo tipo de emprendimiento es ser realistas y administrar bien los recursos, donde se incluye el tiempo.
La disyuntiva más importante a la que se enfrentan las organizaciones es la de cómo asignar los pesos correctos entre la estrategia y la ejecución. Usualmente la operación del negocio suele ser bastante demandante, lo que hace difícil hacerse cargo simultáneamente la transformación del negocio.
Aquí es donde la adopción de los OKRs es de la máxima utilidad, en la medida que permiten enfocar los esfuerzos de transformación, al mismo tiempo que seguimos operando el negocio con con los KPIs definidos para los distintos negocios en el presupuesto, o plan anual.
Si bien ambos conceptos funcionan de manera paralela, pueden entrelazarse entre ellos para compatibilizar mejor los esfuerzos de operar el negocio y al mismo tiempo transformarlo, optimizando el uso del tiempo.
Cada una de las empresas y equipos de trabajo deben decidir qué estrategias tomar para distribuir su tiempo. Sin embargo, existen ciertos factores que influyen directamente, los cuales hay que analizar en detalle.
Generalmente, el tiempo se puede dividir en tres facetas primordiales:
Abarca todo aquello que se deba realizar para que el status quo se mantenga sin variación. Aplicando métodos convencionales, se sigue conservando el funcionamiento en una empresa. Evidentemente, si algo funciona, se tiene que seguir implementando.
En este caso, los KPI se vuelven fundamentales para monitorear el desempeño empresarial. Ayudan a establecer qué cosas influyen críticamente y cómo mejorarlas a lo largo del tiempo.
Cambia el enfoque del BAU, pensando más en el futuro y en la implementación de nuevos métodos. De hecho, rompe por completo el status quo, siguiendo delante hacia nuevas estrategias.
Uno de sus objetivos principales es aumentar la tasa de conversión de clientes. Al emplear estrategias innovadoras, se llega a un público objetivo más amplio. Buscan satisfacer las necesidades de los clientes, mejorando la experiencia con el uso de productos y servicios.
Los OKRs ayudan a monitorear, definir y evaluar las ambiciones. Al mismo tiempo, se ocupan de ver cuál es el impacto que tienen en la empresa. Igualmente, miden el cumplimiento y el alcance de dichas ambiciones.
Un equipo de trabajo siempre debe realizar actividades ajenas a las ambiciones o producciones del negocio. Si incluye el tiempo invertido en ayudar a otros equipos, reuniones, conferencias, entre otros aspectos.
Cada empresa y equipo de trabajo decidirá qué porcentaje de tiempo invertir en cada faceta. En realidad, las circunstancias cambian en función de las necesidades. En The Canvas Group recomendamos la siguiente distribución:
En The Canvas Group te podemos ayudar a distribuir efectivamente tu tiempo, de manera de usar correctamente los OKRs. No dejes de revisar nuestras publicaciones en las que explicamos más de esta metodología o si te interesa conocer más detalles sobre nuestro plan OKR by Canvas no dejes de visitar nuestra página, te invitamos a contactarnos para un demo o workshop OKR.