¿Cómo es posible que empresas grandes, exitosas y establecidas pierdan su liderazgo en el mercado frente a la entrada de pequeños e inesperados incumbentes?
Ésta fue la pregunta realizada por el autor del Libro “The Innovator’s Dilemma”, Clayton Christensen, en su afán por comprender por qué organizaciones grandes y exitosas fracasan ante nuevas empresas que ingresan a competir en el “low end” del mercado. Este libro ha sido muy influyente en managers alrededor del mundo, tanto así, que hasta el propio Steve Jobs reconoce en su biografía que el libro de Christensen y su teoría lo influenció profundamente.
En su obra, Christensen identifica dos categorías principales de innovación. La primera es la innovación incremental, que se centra en la mejora continua de los productos y servicios ya existentes. Esta forma de innovación implica la expansión de las funcionalidades, el perfeccionamiento de los atributos clave y el aumento de las capacidades, preservando la esencia del producto original, aunque en una versión más avanzada.
En segundo lugar, Christensen aborda la innovación disruptiva, caracterizada por la introducción de soluciones completamente nuevas para problemas existentes, dirigidas a mercados previamente no atendidos. Este tipo de innovación se destaca por su habilidad para transformar productos que históricamente eran costosos en alternativas más accesibles para una amplia gama de consumidores. Un ejemplo evidente de esta evolución es el desarrollo de los computadores. En sus inicios, estos aparatos eran prohibitivamente caros y estaban restringidos a instituciones como universidades, requiriendo formación especializada para su uso. No obstante, gracias a una secuencia de innovaciones disruptivas en el sector, hemos sido testigos de una transición desde los computadores mainframe hasta los smartphones modernos, democratizando el acceso a la tecnología y posibilitando su uso prácticamente universal.
El "dilema" que Clayton Christensen describe en el contexto de las grandes empresas se refiere a la elección entre mantenerse enfocadas en sus mercados y productos actuales o innovar y explorar nuevas oportunidades y nuevos mercados. Según Christensen, este dilema es fundamental, ya que ignorar la oportunidad de explorar nuevos mercados podría, paradójicamente, llevar a las empresas a una posición desventajosa en el largo plazo.
Usando el ejemplo de las empresas chinas de automóviles, podemos entender este dilema de manera sencilla y profesional.
Las empresas automovilísticas chinas, en sus inicios, no eran vistas como competidores serios por las grandes marcas de automóviles establecidas a nivel mundial. Estas últimas estaban enfocadas en vehículos de alta calidad y alto precio, dejando de lado los segmentos de menor costo y calidad, que eran el punto de entrada de las marcas chinas.
Con el tiempo, las empresas chinas empezaron a mejorar sus estándares de calidad, innovando y ofreciendo vehículos más competitivos a precios accesibles. Esta evolución les permitió entrar gradualmente en mercados que anteriormente eran dominados por las marcas tradicionales. Las grandes empresas automovilísticas se enfrentan hoy al dilema de seguir concentrándose en sus mercados y productos habituales o adaptarse e innovar para competir con estas nuevas marcas emergentes.
La disrupción ocurre, por lo tanto, cuando las empresas emergentes usan nuevas tecnologías y/o nuevos modelos de negocio, ofreciendo productos o servicios con una arquitectura y propuesta de valor nueva, superando en el mercado a los que hasta entonces eran los líderes.
Las competencias necesarias para generar una cultura de innovación disruptiva en una organización son distintas a las de una organización ya establecido que busca la ejecución y no la exploración. Esto es clave de comprender. Por eso el académico de Harvard sugiere que las empresas que quieran mantener su liderazgo sostenido en el tiempo deben crear sub-organizaciones que actúen de manera independiente. Estas organizaciones independientes necesitan de competencias distintas, deben tener estructuras más planas y ágiles para toma de decisiones, y deben ser medidas por diferentes métricas, donde el aprendizaje obtenido es el rey. Además, no deben perder nunca de vista que su objetivo principal es crear o ir en búsqueda de nuevos mercados. En las palabras del autor; "establishing independent organizations to pursue disruptive technology seems to be a necessary condition for success."
“The Innovator’s Dilemma” de Clayton Christensen es sin lugar a duda uno de los libros más destacados de negocios del siglo XXI. Los conceptos encontrados en él, como el de la teoría de la innovación disruptiva, siguen impactando profundamente a los líderes de las organizaciones de hoy, sobretodo ahora con una pandemia mundial que puso en jaque muchos modelos de negocio estancados y obsoletos. Y tú, ¿cómo estás resolviendo el dilemma hoy en tu organización?
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Emilio es psicólogo con Msc Psicología Organizacional y Magíster en Innovación de la Universidad Adolfo Ibáñez. Tiene experiencia liderando proyectos de innovación desde su diseño hasta la implementación y acompañamiento a equipos de trabajo, así como en el desarrollo de talleres prácticos sobre alineamiento estratégico y metodologías de innovación en diferentes industrias.