En The Canvas Group, continuamos hablando de #MujeresBacanes y su importancia en los desafíos de la estrategia empresarial. Marzo es el mes de la mujer y como consultora comprometida con la innovación y estrategia empresarial, queremos destacar testimonios sobre liderazgo femenino.
En esta segunda entrevista invitamos a Janet Awad, directora de Concha y Toro y Corona. Actualmente es vicepresidenta de la Fundación Generación empresarial y miembro del directorio de ComunidadMujer y la Fundación Conecta Logística. Ha sido reconocida en la iniciativa de ONU Mujeres, Women’s Empowerment Principles (WEPs) y como parte de las “100 Mujeres Líderes’’ de El Mercurio y Mujeres Empresarias.
Con Janet conversamos sobre su experiencia liderando grandes equipos de trabajo y por qué es necesaria una planificación estratégica que contemple la equidad de género. A continuación, puedes revisar la entrevista completa.
Los liderazgos femeninos suelen tener características más empáticas, buscan encontrar consensos y tomar decisiones de manera más participativa. Esto, a veces puede jugar en contra en la toma de decisiones porque, como mujeres, nos tardamos un poco más de tiempo. Pero creo que es importante decir que es un liderazgo mucho más articulado, buscamos la creación de redes y tener miradas distintas para enriquecer las decisiones individuales.
Lamentablemente hay una diferencia de participación en el mundo laboral que con la pandemia tuvo un retroceso importante. Cuando uno mira la pirámide de participación en las organizaciones, existe una representación de la mujer mucho más estrecha en puestos con mayor toma de decisión. Se busca que el ejercicio de un cargo requiera igualdad de responsabilidades y que las remuneraciones o compensaciones sean las mismas, independiente de la persona que tome el rol.
En los últimos años, se ha visto una mayor conciencia acerca del valor que tiene la participación de la mujer en las organizaciones. Los líderes pueden medir cómo aumenta el valor económico o bursátil de su empresa cuando la composición de sus colaboradores es mucho más mixta. A nivel de compromiso o engagement, los colaboradores se sienten mucho más orgullosos de pertenecer a empresas que han tomado este tipo de iniciativas.
Cuando las organizaciones empiezan a implementar medidas para el equilibrio de la vida laboral y familiar, esto afecta directamente en la manera de hacer el trabajo, nos volvemos más productivos y motivados. Pero integrar estas acciones es un camino de largo aliento. Se puede partir con políticas de reclutamiento neutrales y luego evolucionar a equidades salariales, iniciativas de networking u otras que surjan del mismo equipo.
Si bien se ha avanzado, en comparación a países más desarrollados, todavía tenemos una deuda importante. Mujeres en cargos de dirección apenas sobrepasan el 10%. Cuando uno mira gerencias generales en el sector público, existe una representación mayor, pero eso responde a acciones afirmativas como pedir cuotas de participación. Creo que hay una mayor conciencia, pero todavía queda harto espacio por seguir trabajando.
Más que dificultades, creo que son barreras para poder ir avanzando dentro del espectro laboral. Yo tengo una experiencia particular porque siempre tuve la oportunidad de trabajar en empresas multinacionales, quienes tienen una mirada un poco más amplia y evolucionada en este aspecto. Aunque la diferencia más grande es en la etapa en que tienes niños.
Creo que la pandemia ha hecho un quiebre relevante en ese sentido. Antes, cuando tenías que pedir permiso por motivos familiares, no era tan fácil de administrar, las jefaturas no lo entendían de manera positiva. También nos afecta la falta de redes de apoyo, no solo en el hogar, también a nivel laboral. Es importante visibilizar esto y tener un sponsor, alguien de mayor rango que te esté apoyando, acompañando y aconsejando dentro de la empresa.
Hay varias iniciativas, pero el punto de partida es que el líder de la organización esté convencido, tenga la determinación y la voluntad de instalar una estrategia para el balance de género. Se pueden definir objetivos, como la participación en cargos que suelen ser masculinos o aumentar su participación en el objetivo global de la empresa. También se pueden desarrollar mentorías cruzadas entre hombres y mujeres de distintos niveles.
Se debe impulsar la flexibilidad y corresponsabilidad, pues, no solo la mujer es la encargada de asumir el cargo de crianza. Es importante que, cuando las organizaciones declaran estos objetivos, tengan también una meta para que no sean palabras al aire que no tienen un aterrizaje concreto. Destinarles recursos a estas iniciativas no significa tener un presupuesto millonario, pero sí tener conciencia y dedicación por la meta final.
Lo primero es asumir que uno no puede hacerlo todo perfecto. Me acuerdo de mis inicios donde, si bien, no tenía frenos por parte de la empresa, yo misma postergaba mi realización individual. No tenía tiempo para a hacer actividades que me gustaran porque el tiempo libre lo dedicaba a la casa o los niños. En relación a esto, existe harta discusión sobre la culpa que la mujer siente por tomas estas decisiones y obviamente al final no es algo que ayuda a construir.
Yo creo que hay que atreverse y asumir desafíos aunque se vean difíciles de cumplir. Tenemos que ser, como mujeres, un poquito menos autoexigentes y autocríticas, nadie asume un nuevo desafío preparado al 100%. Las invito a tirarse a la piscina y hacerlo de manera responsable, pedir ayuda si es necesario. Nunca serás menos profesional por decir que no sabes algo o no lo entiendes. Ser humilde y pedir ayuda cuando uno está asumiendo un desafío nuevo es algo absolutamente válido.
Es un rol relevante, no solo en lo empresarial, sino que en todos los aspectos. Cuando ustedes ven lo que era la academia antiguamente, con un perfil super masculino, hoy veo a la mujer asumiendo un rol mucho más activo. Esto no tiene que ver con pasar por encima del hombre, hay que tener la inteligencia de saber apalancarse con equipos masculinos para construir.
En el mundo del emprendimiento, hay muchas mujeres de los percentiles más pobres de nuestro país, que son madres y jefas de hogares que deben subsistir y emprender desde sus casas. Yo creo que nuestro rol seguirá siendo activo sin caer en que es bueno porque sí. La complementariedad ayuda a tomar mejores decisiones, las empresas se vuelven más competitivas y sus estrategias de crecimiento son mucho más efectivas.
El compromiso de quienes hoy lideran empresas, es impulsar y creer en el talento de mujeres para un alineamiento estratégico exitoso en el mañana. Puedes revisar nuestra anterior publicación donde conversamos con Marcelo Vásquez, fundador de Canvas y su participación en el ciclo de talleres de ComunidadMujer. También puedes leer la entrevista a Rocío Fonseca, Gerente de Innovación de Corfo, quien destaca el rol de mujeres innovadoras para el desarrollo de Chile.
#MujeresBacanes